A lo largo de su formación adquieren competencias para valorar el estado de salud en todas las etapas de la vida, elaborar diagnósticos de enfermería, diseñar e implementar planes de cuidado, y evaluar resultados de las intervenciones, aplicando modelos reconocidos como el de Virginia Henderson y las taxonomías NANDA, NOC y NIC.

Nuestros egresados están capacitados para desempeñarse en instituciones de salud o de manera independiente, promoviendo la prevención, la educación para la salud, la rehabilitación y el autocuidado, bajo un marco ético, legal y con enfoque comunitario. Su labor se apoya en el uso de tecnologías de la información, el trabajo interdisciplinario y la mejora continua de los procesos de atención.

Se distinguen por su sensibilidad, ética profesional, capacidad de liderazgo, comunicación eficaz y responsabilidad social. Actúan con respeto a la diversidad cultural y un profundo sentido humano, promoviendo entornos de salud dignos y equitativos.

Preparados para enfrentar los retos del sector salud en contextos locales y globales, nuestros egresados son agentes de cambio que contribuyen activamente al desarrollo de sistemas de salud más justos, humanos y sostenibles.